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LOS RETOS QUE BAGUA DEJÓ A LAS IZQUIERDAS DE HOY

Hoy es un día en que la reflexión y el recuerdo por la masacre Bagua inundan las redes y nuestra memoria refluye en muchos casos con dolor. No obstante, en este artículo quisiera acotar sobre algunos puntos referidos al impacto de Bagua en las izquierdas de hoy.

Emma Robles

Publicado: 2015-06-05

¿Qué supone en el campo ideológico la lucha por Bagua? 

Dimensión naturaleza

Hace varias décadas nuestro Amauta José Carlos Mariategui decía sabiamente “El problema del indio es el problema de la tierra” ubicando al gamonalismo y la servidumbre como factores fundamentales de ese sistema. Hoy no podríamos pedirle al Amauta finura sobre el análisis de la coyuntura , no obstante, si podemos afirmar que el Amauta adelantó algo que muchos intelectuales “progresistas” no logran concebir aún y son las dinámicas del poder dentro del territorio, particularmente, la de cómo el capital impacta, necesita y se desarrolla en la configuración geográfica. El mundo empieza a cuestionarse en diversas formas qué implica la relación sociedad-naturaleza actual avizorando que el dualismo que afirmó la división entre los mismos bajo el paradigma antropocéntrico y el proyecto de la modernidad está en crisis (en el campo de la cultura, la ciencia y de las ideas mismas). 

El concepto de `Acumulación por desposesión` popularizado por David Harvey nos da algunas luces en torno a cómo la trayectoria geografíca del capital se relaciona con la reproducción y subsistencia misma del sistema capitalista desde formas legales y no legales.En el contexto del bom extractivo  esta industria se ha venido desarrollando a  partir de la mercantilización de lo que no ha sido mercantilizado (Bienes naturales, culturales, especies, etc) permitiendo así el crecimiento constante y controlando las crisis propias del capital. David Harvey afirma que el capital viene llegando a una necesidad extrema de crecimiento generando crisis que solo consigue aliviar en tanto encuentra dónde trasladar territorialmente y cómo crecer  y materializarse en función al mismo.

El partir de la dimensión sociedad/naturaleza como binomio dialéctico no se limita a ubicar la relación entre el poder y el territorio, sino, repensar también a los propios sujetos de cambio. Hace unas décadas la afirmación estaba clara: “El sujeto revolucionario es la clase proletaria” ¿Esto sigue vigente? Desde este espacio planteamos que sí, sin embargo, hace falta ir más allá, quien trabaja no solo se somete a una relación de explotación y de apropiación de su plusvalía, sino, que además  el sujeto interfiere y transforma su entorno bajo la dominación de quien posee los medios de producción y esto a su vez termina por alterar su propio entorno y sus condiciones de vida  fundamentales, es decir, que quien trabaja en esencia transforma y/o se relaciona con  la transformación de su propio entorno y viceversa: El entorno hacia el sujeto mismo. 

 La ideología capitalista se ha encargado de generar escenarios de confrontación entre el derecho al trabajo y al derecho al ambiente, naturalizando el enfrentamiento de lo que en verdad es parte de una misma configuración de dominación. Así, no es difícil encontrar un “progresismo” que alude a la “necesidad” del sacrificio por el llamado “ progreso”. ¿Cuánto vale tener menos salud? ¿Cuánto vale perder flora y fauna que garantizan nuestra alimentación?¿Realmente un Estudio de Impacto Ambiental valora esta dimensión? son preguntas que surgen. Bagua nos dejó la tarea de repensar cuál era el valor real y el rol de la Amazonía frente a la irrupción del capital.

Dimensión pueblos originarios y diversos

El caso Bagua representa un caso más complejo aún y un reto mayor para las izquierdas, la relación Estado-Pueblos originarios,  el sistema jurídico estatal y los otros sistemas normativos y de valoración propias de la organización de los pueblos originarios  se ha forjado desde la lógica colonial que fundó el Estado bajo una relación de desigualdad, desconocimiento y dominación, como lo señala Oscar Correas “el sistema jurídico estatal” supone, en este hecho, una trampa lingüística, pues, se reconoce la hegemonía sobre otros discursos similares y pareciera dar la idea de que el derecho es único y que los otros sistemas normativos coexistentes, como el derecho indígena, están incluidos y que además, siendo subyugados no tienen capacidad de concebir y/o poseer un Estado distinto. La pregunta es ¿Qué opina el proyecto socialista? Un socialismo tal cual tiene el reto de concebir a un socialismo de todas las sangres, avances como las constitución de Bolivia ayudna a repensar el tema, pero, también a saber que no basta.

¿Qué supone en el campo político?

La política pasa por incorporar a nuestra lectura y agenda no solo el tema laboral, sino, el tema ambiental y cultural como eje central para la refundación de nuestro país. Las dinámica del extractivismo tiene una expresión territorial, pero, además un tejido de clase capitalista global y diversa que han instrumentalizado la política y a los partidos para el desarrollo de su proyecto.

¿Cuál es el reto entonces? Ubicamos dos básicos: Asumir el reto de organizar al 70% la población trabajadora en condiciones precarias y ese otro 70% de escenarios de conflictividad social donde la población se ha movilizado sostenidamente por la disputa ecoterritorial en la última década.

En suma, el neoliberalismo  ha encarnado su proyecto sobre la base 1) La expropiación de la tierra a población originaria-75% de la amazonía concesionada, el Perú es el sexto país productor de oro en el mundo, el tercero en cobre solo compitiendo con Chile y México en los primeros lugares, entre varios otros datos-, 2) Una constante precariedad de la situación del trabajo sin diversificación productiva alguna y bajo el desmedro de la clase trabajadora organizada. 

El apunte de la izquierda no puede sino asumir la organización de estos espacios y la construcción de una alternativa que combata a estos poderes fácticos. No es la gente la que se tiene que politizar con la izquierda, es la izquierda la que se tiene que politizar con la gente y esta gente está cansada de la no política, de la demagogia y de la mentira, así como,  no caracteriza o distingue entre izquierda, centro o derecha.

Finalmente, ¿Cuál es el otro paradigma?

No hay naturaleza capaz de resistir un capitalismo sostenido. Plantearse el reto de la dimensión ecológica en la política es también el reto de repensar la revolución de las ideas, el movimiento, la política y de la propia acción nuestra (James O Connor le ha llamado a esto la segunda contradicción). ¿Qué tanto impacta y cómo se relaciona la crisis ecológica a la crisis del trabajo? Podría señalar que frente a  experiencias de socialismo real y todas las predicciones de  futuros previsibles  aún terminan siendo un enigma y se carece de una  estrategia tal cual, pero, solo hay una verdad de la que sí hay seguridad y es que ya no solo es la situación de la dominación  la que demanda un autentico proyecto político , sino, es la propia subsistencia misma la que reclama una nueva apuesta desde las izquierdas. Bagua no se olvida, Bagua nos enseña,pero, sobretodo, Bagua nos dio nuevos retos  a repensar en el qué hacer común: Ecología, Trabajo, democracia e igualdad social.


Escrito por

Emma Robles

Socióloga ambientalista, estudiante de master en L´École des hautes études en sciences sociales (EHESS) de Paris


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Emma Robles

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