La última encuesta de IPSOS publicada por El Comercio señala que de cada 10 peruanos 6 estarían en desacuerdo para aprobar de Ley por la Unión Cívil, no obstante, el 58% de peruanos rechazó someter a un referéndum la unión civil entre homosexuales, como lo propuso recientemente el cardenal Juan Luis Cipriani. Para la mayoría de encuestados, este no es un tema que deba someterse a voto, pues se trata de derechos de las personas. ¿Cómo interpretar estos resultados?

Se calcula que en el Perú existe de 4% a 8% de población perteneciente a al grupo LGTBI, se sabe que a lo largo de toda la historia humana esta opción de género ha estado presente en distinto modo ¿Es que el acuerdo social parte de un olvido selectivo? Un Estado que “da derechos” y pide deberes tiene la obligación moral y política de tratar por igual al que considera ciudadano(a).  Puede el Estado determinar la opción sexual de cada individuo?. Nos encontramos frente a dos posibilidades un Estado negador de derechos y sujetando políticamente a una minoría (LGTBI) o un Estado que finalmente es capaz de dar un paso de reconocimiento básico y aún insuficiente de cara al colectivo.

¿Puede una institución religiosa determinar las reglas sociales y políticas de convivencia? ¿No somos acaso un Estado laico?.En este tramo, también, se abre otro reto que es quienes no pertenecemos a ese colectivo tomemos las banderas de la igualdad y la justicia. Trabajadores/as, ecologistas, libertarios/as, líderes sociales, universitarios/as todos en una sola lucha, la lucha por los derechos. La demanda por la Unión Civil parte del precepto básico de reconocer la condición esencial de ser, de existir, de ciudadana en sí que se conexa con otros derechos como la seguridad, la salud, la educación, entre muchos otros. Por la igualdad social, por justicia para todos #UniónCívilYA